4 de septiembre de 2006
Porque la vida puede ser maravillosa.
Reconozco que el baloncesto no es lo mío. Lo veo cuando juega la selección, punto.

Pero no es porque no me guste. Cualquier deporte, cuando le coges el tranquillo te acaba gustando. (A ver si dejo constancia alguna vez mis profundas reflexiones acerca del criquet, ese desconocido)

No, no lo veo porque pasan cosas como estas.




Ese minuto y doce segundos me parecieron mil años. Lo juro.
Mil años con el corazón detenido.
Eso no puede ser sano. Bajo ningún concepto, hombre.

Es que, normalmente, ese tiro hubiera entrado. Siempre ha entrado. Siempre te quedabas ahí, tan cerca, rozando la gloria y con cara de tonto.

¡Que partido más perro el de Argentina! Que duros que son los puñeteros. Y, por una maldita vez, tuvimos esa pizquita de buena suerte que siempre ha faltado.

Y sí, tiene razón, Sr. Montes, la vida puede ser maravillosa.

Ha sido una auténtica gozada el poder disfrutar de este campeonato.

¡Enhorabuena, campeones!





PD: Y muchas felicidades a los VERDADEROS seguidores del baloncesto. Se lo merecen muchísimo más que todos los que nos aprovechamos para subirnos al carro de la victoria sin haber visto un puñetero partido de la ACB en nuestra vida.
 
posted by Scarlett Witch at 23:20 | Permalink |


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