Bueno, quizá me precipité un pelín con lo de habitual.
Jo, es que estos post son muy largos.
Hay que pensar demasiado y a mi edad cuesta ya trabajo.
¿Y por qué doy explicaciones?
Venga, vamos al lío.
¿Qué son tus piernas? Contesta.
Muelles de acero.
Otra vez.
Muelles de acero.
¿Y que van a hacer?
Llevarme a toda velocidad.
¿A qué velocidad puedes correr?
A la de un leopardo.
¿Y a qué velocidad vas a correr?
A la de un leopardo.
Pues vamos a ver como lo haces.
Esta arenga es lo primero que se me viene a la cabeza al recordar esta película.
Gallipolli es el primer éxito internacional de Peter Weir
Si la justicia existiera, este caballero debería tener ya un par de Oscar en el baño de su casa como mínimo.
Ya le gustaría a más de uno tener semejante filmografía. Gallipoli, El año que vivimos peligrosamente, Único testigo, EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS, (dios, si hay alguien en el mundo al que no le guste esta pedazo de película es que no tiene entrañas) Matrimonio de conveniencia, El show de Truman, Master and comander. Casi ná.
Vamos, que no sabe hacer una peli mala ni aposta. Y encima toca todo los palos y siempre con un resultado excepcional.
Bien, aquí entramos de lleno en el género bélico o más bien, antibélico. Nos muestra de una forma muy simple y directa el absurdo de la guerra. Sin deslumbrantes fuegos de artificio que desvíen la atención de lo verdaderamente importante.
Que en la guerra no hay honor y gloria, solo dolor y muerte.
Buena prueba de ello es la verdadera carnicería que fué esta batalla.

Estamos en Australia, en 1915. Archy Hamilton es un joven granjero con grandes aptitudes para el atletismo.

Su tío Jack se encarga de entrenarle con la esperanza de convertirle en uno de los corredores más grandes del país.
Pero la cabeza de Archy está en otro lado. Aunque aún es menor de edad, pretende alistarse en el ejército para combatir en la guerra en Europa.
Una guerra que le inspira una mezcla de romántico instinto de aventura con un fuerte ideal patriótico y un gran sentido del deber, sin pensar realmente lo que significa combatir en una guerra.
Cuando acude a su primera carrera importante, después de ganarla decide que es la hora de marcharse a cumplir su deseo de alistarse, pero le rechazan.
Mientras decide que hacer ante semejante desilusión, se cruza con uno de sus rivales en la competición de atletismo, Frank Dunne, un personaje que intenta buscarse la vida como buenamente puede, el cuál le convence de que puede conseguir que se aliste en Perth.

Aquí un inciso.
Quiero constatar que esta peli es del año 1981.
Y que Frank Dunne está interpretado por Mel Gibson.
Y que Mel Gibson en 1981 estaba INCREIBLEMENTE BUENO. Este hecho es un indudable e incuestionable valor añadido.
Bueno, pues se van los dos juntos. Se cuelan en un tren equivocado y acaban en una estación perdida en medio del desierto. Desierto que Archy se empeña en atravesar ante el disgusto de Frank al que no le queda más remedio que seguirle o quedarse allí tirado.
Durante este trayecto se va fraguando una sólida amistad entre los dos a pesar de sus distintos caracteres.
Archy trata de convencerle de que se aliste con él, pero a Frank le seduce más el tener su propio negocio, una tienda de bicicletas.

Y en el desierto también tiene lugar mi diálogo preferido de la película entre ellos y un tipo que encuentran en mitad de la nada.
Vamos a Perth.
¿Buscáis trabajo?
No, yo voy a la guerra.
¿Qué guerra?
La guerra contra Alemania.
Conocí a un alemán una vez. ¿Cómo empezó?
Pregúnteselo a él.
No lo sé exactamente, pero fue culpa de los alemanes.
¿Y los australianos están luchando?
En Turquía.
¿En Turquía? ¿Y eso por qué?
Pregúnteselo a él.
Porque es un aliado de Alemania.
Vaya, uno aprende algo nuevo cada día. Lo que no entiendo es que tiene que ver con nosotros.
Si no los detenemos allí, acabarían aquí.
Pues si llegan aquí les compadezco.
Finalmente llegan a su destino. Archy a conseguido meterle en la cabeza a Frank que ir a la guerra será una maravillosa aventura, que volverán como oficiales y serán admirados por todos.
Lo que ocurre es que el rechazado esta vez es Frank. Es bastante difícil entrar en el cuerpo de Caballería sin saber montar a caballo, por lo que sus destinos parecen separarse.

Pero no por mucho tiempo. Vuelven a encontrarse en El Cairo porque Frank ha entrado finalmente en Infantería con otros tres antiguos colegas. Colegas a los que deja tirados, porque consigue el cambio de destacamento.


Aquí serán donde pasen sus últimos momentos verdaderamente felices, porque pronto se dan de bruces con la realidad de una guerra.
Ya en Turquía comienza la parte bélica en sí.

Y creo que no voy a contar nada más, no quiero destripar el final a nadie.

Solo decir que es uno de los más conmovedores que he visto nunca. De los que encogen el corazón. De verdad.

En fin, que es una película maravillosa. Un grandioso homenaje a la amistad. Si no la habéis visto, hacedlo y luego me lo contáis.
Etiquetas: Movies, Películas De Culto
¿Pero no eran de infantería montada? Recuerdo una carga de caballería con bayonetas, no con sables. xD
Lo siento, pero creo que vi esa película con 11 o 12 años, no la recuerdo muy bien: supongo que la buscaré para proceder a otro visionado.
Por cierto, la operación de los Dardanelos fue obra de Churchill, el mismo que años más tarde liberó Europa. Fascinante la tenacidad combativa de ese hombre.