Hay decisiones que una no debe tomar a la ligera.
Y menos cuando estas bajos los efectos de diversos y abundantes fármacos.
Y menos aún cuando llevas cinco días comiendo solo yogures. La falta de alimento hace que la mente no funcione de forma coherente.
Y luego pasa lo que pasa...
Llevaba unos dias preocupada porque cuando me lavaba el pelo se me caia algo más de lo habitual. Bueno, no, algo más es ser suave... ¡¡SE ME CAIA UN MONTÓN!! Un claro ejemplo de lo injusta que es la madre naturaleza. ¿Por qué se me cae el pelo de la cabeza y no el de las piernas que es un asco y encima duele un montón quitarselo?
Presa de un ataque de pánico ante la perspectiva de quedarme completamente calva, decidí cortarmelo. Así, sin más. ¿Para qué darle vueltas? Total, un pelín estropeado ya lo tenia y viene bien sanearlo de vez en cuando.
Así que ¡hala!, a la pelu.
Lo último que recuerdo es a mi hermana diciendo haz lo que quieras, pero diles que no te dejen cabeza-champiñon, que te queda como el culo.
Jo, en que hora se me ocurrió.
Que peligro tienen las peluqueras. Cuando les dices que lo quieres algo más corto de lo normal, se emocionan y no se acuerdan de parar.
Sniff.
Cuando acabó no es que tuviera cabeza-champiñón, ejke parecía que tenia la puñetera casa de Papá Pitufo sobre los hombros.*
Sniiiiiiff.
¡¡No me guuuuuusta cooooomo me ha quedaaaaaadooooo!!
¡¡¡QUIERO MI PEEEEEELO!!!
Jo, creo que me voy a tumbarme en la cama, hacerme un ovillo y tratar de evadirme completamente de la realidad. ¿Acaso podrían ocurrirme más desgracias?
Sniff.
Moraleja:
Hay miles de formas de que te rompan el corazón, pero a la peluquera hija de puta vas voluntariamente y encima pagas tú. Hay que ser capulla...
*Otro posible parecido podría ser con un hipotético quinto Beatle. No sé que es peor...
Etiquetas: Ralladas
Mejor seta que beatle...
Pero de perdio al rio, rapate: estarás preciosa y tu pelo crecerá sano y fuerte.
Suerte.