Fever Pitch es la adaptación de la novela autobiográfica del mismo título del escritor Nick Hornby.
Sé que, así de primeras, parece la clásica comedia romántica, completamente previsible.
Bueno, no solo lo parece, es MUY previsible, desde que empieza sabes perfectamente como va a terminar.
Peeeero esta tiene algo diferente. Tiene fútbol.
Circula por ahí una leyenda que dice que es imposible hacer una buena peli sobre fútbol.
¡Ja! Mentira podrida.
Vale, admito que es posible que sea difícil trasladar a la pantalla lo que es el juego en sí mismo. Pero no todo tiene que girar estrictamente alrededor del terreno de juego. Hay otros conceptos interesantes. Como el concepto HINCHA DESATADO.
Paul Ashworth y Sarah Hughes son compañeros de trabajo. Ambos son profesores pero de muy diferente carácter.
Mientra ella es estricta y algo estirada, él es más pasota. Cumple con su trabajo del mejor modo posible, pero sin agobios.
A fin de cuentas, en su vida hay algo mucho más importante. El Arsenal.
Lo que empezó siendo una manera de su padre de pasar más tiempo con él, acabó convirtiendose en el eje central de su existencia.
La escena en la que va por primera vez al estadio es auténtica auténtica. Ir la primera vez a uno es así, de verdad.
En fin, a pesar de que al principio no parecen tener mucho en común, ella le considera un troglodita y él a ella una aburrida, evidentemente, acaban liandose.
Su relación parece ir de viento en popa, aunque Sarah no acaba de comprender como un simple juego puede ser tan importante para nadie.
A pesar de eso, como gesto de buena voluntad, accede a acompañarle a un partido.
¡Ah! ¡Que tiempos aquellos en los que se vendían entradas de pie en los fondos!
A quien se le ocurre...
Resulta no ser una buena idea. Además, que coincida en la misma jornada en la que ocurre una de las mayores tragedias de la historia del fútbol ocasiona una gran crisis en la relación.
Aunque esa no es la única razón. Paul se da cuenta de que Sarah está embarazada y por lo tanto, hay que tomar medidas al respecto.
De la manera más torpe posible, le propone casarse, criar al niño juntos, comprar una casita (en el barrio del Arsenal, a ser posible) y aceptar un empleo con mayor responsabilidad. Cree que es la última oportunidad que le queda de convertirse en un hombre responsable y que de verdad necesita a alguien como Sarah.
Pero el intentar cambiar el sentido de su existencia de un día para otro es mucho más duro de lo que suponía.
Y el que tu equipo esté a punto de ganar la liga después de 17 años no ayuda.
No puede fingir que no le importa. Es imposible.
Esta recta final de la competición se acaba convirtiendo, a pesar suyo, en un reflejo de su propia vida.
Vamos, que no funciona. Y lo dejan. A pesar que de verdad se quieren.
Y en estas están cuando llega el final de la liga.
Todo se decide en el último partido.
Paul está seguro de que va a ser el peor día de su vida.
Sarah acude a una fiesta de sus alumnos y no puede evitar estar pendiente de lo que ocurre en el partido.
Cuando estos le dan un regalo de fin de curso, la comparan con el entrenador del Arsenal, algo que ya hizo Paul con anterioridad, así que decide ir a buscarle.
Justo en el momento clave del partido.
Prácticamente, la manda a tomar por saco,(sin saber que era ella, eso sí)
¿A quién se le ocurre ir en ese preciso instante?
Peeeeeero en el fondo dá igual. Esto es una comedia romántica. Tiene un final feliz.
Ella se dá cuenta de que, absurdo o no, el fútbol es algo muy importante para él y que si le quiere, tendrá que aceptarlo.
Y él reconoce que debe superar esa etapa, que hay otras cosas en la vida que se puede perder bastante más importantes que ver a 22 tios en calzones dandole patadas a un balón.
Solo me queda decir que a todo aquel que le guste el fútbol DE VERDAD se ve reflejado en Paul.
Y además ¡¡lo interpreta Mr. Darcy!!
¿Que más se puede pedir? XD
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